ANOREXIA Y BULIMIA
¿QUÉ
ES?
La anorexia es un desorden alimenticio y
psicológico a la vez. Esta condición va más allá del control del peso: el
enfermo inicia un régimen alimenticio para perder peso hasta que esto se
convierte en un símbolo de poder y control. Hoy en día, se registran 4 casos de
anorexia por cada mil personas.
Las características esenciales de este trastorno son la distorsión de la imagen
corporal, sin reconocer el progreso de la delgadez y el sentimiento general de
ineficacia personal. La gente le dice que está muy flaca y a ella le encanta
oírlo. Le gusta animarse a seguir perdiendo más peso aún. Comienza a
desarrollar hábitos alimentarios particulares y rígidos: sólo come determinados
alimentos en determinadas cantidades, parte la comida en pequeños trozos y la
separa... Aunque tenga hambre es tal el miedo a dejarse llevar que siente la
necesidad de mitigar sus efectos y evitar el aumento de peso bebiendo mucha
agua, utilizando laxantes o vómitos o realizando una actividad física
exagerada. La inanición vuelve al organismo mucho más vulnerable a infecciones,
problemas gastrointestinales o hipotermia. Se pierde la menstruación, el pelo
se cae, la piel se seca y pierde color. A nivel psicológico aparecen síntomas
de depresión, cambios de carácter y distorsión en la imagen corporal.
TIPOS DE ANOREXIA:
Anorexia
nerviosa restrictiva
Se trata de un cuadro
clínico donde los pacientes logran un bajo peso a través de dietas muy
restrictivas, ayuno muy prolongado, y abundante ejercicio de intensidad
elevada. Estos pacientes no recurren a atracones compulsivos y purgas
posteriores.
Anorexia
nerviosa purgativa/compulsiva
Son pacientes que
recurren de forma puntual o sistemática a atracones o purgas (vómitos,
laxantes, diuréticos…). Existe un subgrupo que no presenta atracones pero sí
recurren a la purga de forma sistemática. Debido a la pérdida del control de
los impulsos propio de este grupo, estos sujetos son más susceptibles de
padecer una mayor variabilidad emocional, así como de sucumbir al consumo de
sustancias adictivas (alcohol, tabaco, etcétera).
Las
anoréxicas usan frecuentemente ropas grandes para ocultar su extrema delgadez.
Los síntomas son:
Depresión.
Se las ve retraídas y su máxima preocupación gira en torno a la comida.
Extrema
dependencia a pautas impuestas por otros.
Exceso
de amor a su propio cuerpo haciéndolas olvidar el amor a la vida de relación
llevándolas al aislamiento.
La
autoestima pasa por la balanza.
Insomnio
e hiperactividad.
Cese
de la menstruación o postergación de su iniciación.
Piel
seca y fría, con vello en brazos, cara y espalda.
Distorsión
de la imagen corporal: se ven gordas frente al espejo y se sienten gordas.
Extremada
rigidez en su rutina de ejercicios.
Estrictas
reglas de alimentación como no tomar líquidos o no comer sin haber hecho
ejercicios antes.
Lento
desarrollo físico y social.
Diagnóstico
La anorexia es un desorden difícil de
diagnosticar debido a que el paciente esconde y niega su condición de enfermo.
Rara vez el individuo anoréxico buscará ayuda pues la pérdida de peso en sí no
es vista como un problema. El diagnóstico actual se realiza solamente cuando
aparecen otras complicaciones médicas como la amenorrea o problemas gástricos y se basa en cuatro
criterios básicos:
La negación del individuo a mantener el peso del cuerpo cercano a su ideal,
según su estatura y edad.
Un miedo intenso a engordar, aunque el peso sea inferior a lo normal.
La auto percepción se distorsiona y el individuo no reconoce o asume la extrema
pérdida de peso.
Finalmente, en mujeres que ya tienen su ciclo menstrual, existe una alta
probabilidad de amenorrea (suspensión de la menstruación).
Tratamiento
El tratamiento va mucho más allá de la recuperación del peso perdido.
Paralelamente a una alimentación nutritiva, el individuo deberá someterse a una
terapia psiquiátrica. Esto implica que el tratamiento puede ser guiado tanto
por un médico clínico, como por un psicólogo. En los casos más extremos, el
paciente deberá ser hospitalizado
¿Qué hacer ante un caso de anorexia?
Cuando se sospeche o sepa que una persona tiene una
anorexia, debe hacer que consulte lo antes posible con su médico de cabecera
para que éste le remita a un médico psiquiatra experto o especializado en esta
enfermedad. O acudir directamente a un psiquiatra de estas características.
BULIMIA
¿Qué
es?
La palabra bulimia
significa hambre de buey y procede del griego boulimos (bous: buey; limos:
hambre). Para las personas asi tamnien con bulimia, que afecta diez veces más a
las mujeres que a los hombres, la comida es una adicción placentera y
autodestructiva.
Es un desorden
alimenticio. Esta enfermedad se caracteriza por episodios secretos de excesiva
ingestión de alimentos, seguidos por métodos inapropiados para controlar el
peso como el vómito autoinducido, el abuso de laxantes o diuréticos y la
realización de ejercicios demasiado exigentes para el cuerpo
TIPOS DE BULIMIA:
u Tipos de bulimia nerviosa
u Hay dos tipos de bulimia nerviosa:
u Tipo purgativo. Durante el episodio de bulimia nerviosa, el
enfermo se provoca el vómito con regularidad o abusa de laxantes, diuréticos o
enemas.
Tipo no purgativo. En este caso,
para controlar el peso utilizan como mecanismos compensadores el ayuno y el
ejercicio excesivo durante los días siguientes al atracón, pero regularmente no
hay vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, diuréticos o enemas.
SINTOMAS:
Los
bulímicos se atracan y vomitan desde una vez por semana a cinco veces por día.
Hay otros síntomas observables:
Constante
preocupación por la comida.
Miedo
extremo a aumentar de peso.
Distorsión
de la imagen corporal; se ven gordas frente al espejo y se sienten gordas.
Piel
seca y pelo quebradizo.
Glándulas
inflamadas debajo de la mandíbula como consecuencia de los vómitos, que hace
aparecer la cara como más gorda.
Depresión
y cambios de ánimo.
Fatiga
y sudoración fría debido al rápido cambio de nivel de azúcar en la sangre.
Acuden
al baño enseguida después de ingerir alimentos.
Vómitos
autoprovocados, uso de laxantes y diuréticos.
Rupturas
vasculares en la cara o bajo los ojos, pierda de piezas dentales, irritación
general del aparato digestivo.
FACTORES DE RIESGO:
Individuales. Se trata de
factores genéticos, y sin embargo biológicos y de personalidad. Afectan más al
sexo femenino y se ha observado que entre los familiares en primer grado de las
bulímicas existen otras pacientes bulímicas, por lo que se cree que hay un
componente genético.
Familiares. Suelen ser
familias conflictivas y desorganizadas. En las madres de personas con bulimia
se ha observado una mayor insatisfacción con la propia imagen, e incluso con la
de sus hijos, siendo ellas mismas aficionadas a las dietas.
- Socioculturales. Los modelos de imagen a
imitar, la figura y la esbeltez como valor en sí actuarán por un mecanismo
similar al de la anorexia.
- Causas
- Al igual que la
anorexia, no se ha logrado descubrir una causa orgánica definitiva para la
bulimia. Su proceso de gestación comienza cuando existe algún grado de
insatisfacción con la apariencia del cuerpo. En este caso, el individuo
siempre se considerará con exceso de peso, aunque la realidad sea otra.
Así, comenzará a hacer dieta y, viendo que la imagen en el espejo no
cambia, la dieta se intensificará hasta llegar a las prácticas bulímicas.
CONSECUENCIAS DE LA
BULIMIA:
. Son las más frecuentes, entre las que destacan úlceras en el esófago, por el
paso del contenido del estómago a la boca; aumento del tamaño de las glándulas
salivares; dilatación del estómago o rotura, ya sea por la ingesta masiva o por
el esfuerzo al vomitar; pérdida significativa del esmalte dental y aparición de
caries dentales.
Alteraciones cardiovasculares. Alteraciones del ritmo cardíaco secundarias
al déficit en potasio a causa de las conductas purgativas, ya sean los vómitos
o el abuso de laxantes, que pueden ocasionar la muerte.
Alteraciones neurológicas. Se
produce una atrofia del cerebro y pueden tener crisis convulsivas
(epilépticas).
Alteraciones hormonales. Es
posible que tengan los ciclos menstruales normales, aunque lo habitual es que
presenten irregularidades menstruales o amenorrea, al igual que las anoréxicas.
Alteraciones renales. A
consecuencia de los vómitos y las diarreas se producen deshidratación y
alteraciones en los niveles de potasio, sodio y cloro.
Alteraciones psíquicas. La
depresión aparece tanto como causa como consecuencia.
A pesar de que la negación y secretismo complican el diagnóstico de la
bulimia, existen cinco criterios básicos para identificar esta enfermedad:
Frecuentes episodios de ingesta abusiva de alimentos. En este caso, el paciente
suele comer cada dos horas una cantidad de comida superior a la que cualquier
persona normal desearía.
Un sentimiento de falta de control durante este episodio o, en su defecto, la
sensación de que no puede evitar la necesidad de comer.
Además de la comida desmesurada, existe un comportamiento compensatorio
inapropiado para evitar el aumento de peso. Esta conducta se traduce en el
vómito auto-inducido, en el sobre uso de laxantes, diuréticos y enemas o en el
exceso de ejercicios físicos.
Tratamiento
Los pacientes bulímicos
presentan una variedad de. Los elementos básicos de un programa de tratamiento
son:
Cuidado médico
Educación y apoyo
Planificación de un
estilo de vida saludable
Terapia dirigida a
reforzar la autoestima y resolver problemas.
Para posibilitar una
recuperación completa, una persona con bulimia debe:
Participar activamente en
el plan de tratamiento.
Completar el programa de
hospitalización cuando sea necesario.
Funcionar
independientemente en las actividades cotidianas.
Asistir regularmente a la
psicoterapia individual, de grupo y/o familiar.
Visitar a su internista
regularmente para proteger su salud física.
Demostrar aptitudes
eficaces de hacer frente a las cosas.
Pedir la asistencia
cuando sea necesario.
Ser honesto(a) con su
terapeuta e internista
¿Por qué se ha
disparado el número de casos?
Han bastado diez años para que las cifras sobre incidencia de anorexia y
bulimia en nuestro país se equiparen a las del resto de los países europeos,
convirtiéndose así en la tercera enfermedad (la primera es el asma, y la
segunda la obesidad) más frecuente entre los adolescentes. Ahora,
aproximadamente, una de cada 100 adolescentes de entre 14 y 18 años cae en las
garras de la anorexia, mientras que un 2,4% desarrolla bulimia.
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